Fumar cigarrillos electrónicos es perjudicial para la salud, según una organización estadounidense para el monitoreo sanitario que intenta demandar a los fabricantes de un producto cada vez más popular.
La organización californiana sin fines de lucro Center for Environmental Health (CEH) ha puesto a prueba 97 productos de 24 fabricantes para determinar el contenido de químicos cancerígenos como el formaldehído y el acetaldehído.
"Las pruebas han mostrado que en 21 productos apareció uno de dichos químicos a niveles más de diez veces por encima de lo que autorizan las normas sanitarias y los niveles en otros siete se situaron más de cien veces por encima", aseveró el CEH en un comunicado.
La organización intenta demandar a las compañías que aseguran en sus anuncios que sus productos son inocuos para la salud.
Ante la amplia campaña contra el tabaco convencional en EE.UU., la demanda de cigarrillos electrónicos está creciendo rápidamente.
El mercado estadounidense está valorado en más de 3.000 millones de dólares anuales. Los expertos auguran su expansión.
Por no ser clasificados como productos tabaqueros o dispositivos de uso terapéutico, los cigarrillos electrónicos y líquidos aplicables están exentos de restricciones regulatorias, algo que permite su comercialización no controlada.
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